La localidad de Utrillas encabeza como capital administrativa la Comarca de las Cuencas Mineras en Teruel. Hace casi medio siglo del cierre de las minas de carbón y el desmantelamiento del ferrocarril, dejando atrás su pasado minero el cual transformó por completo el panorama urbanístico y social de esta localidad.
Desde hace veinte años, y tras la apuesta e interés del Ayuntamiento de Utrillas, se ha llevado a cabo un intenso proceso de recuperación del patrimonio industrial y cultural y una musealización de gran envergadura.
Con visión de futuro, voluntad e implicación nace el Parque Temático de la Minería, donde se han rehabilitado edificios, infraestructuras y parte del antiguo trazado del Tren Minero. Uno de los principales atractivos del Parque es la legendaria locomotora a vapor “Hulla” (de 1903) que impulsa un convoy a lo largo de casi tres kilómetros de vías rehabilitadas. También los diferentes Museos (Museo de la Ciencia y la Arqueología Minera, Museos de las Lámparas y Útiles Mineros; Aula de Paleontología y las Antiguas Escuelas) y el Archivo documental de la sociedad Minas y Ferrocarril de Utrillas (M.F.U.) con documentación detallada desde 1890 hasta el año 2000, otra gran joya patrimonial. Su gran impacto social e implicación vecinal con la Asociación de Voluntarios del Patrimonio de Utrillas y del personal técnico de la AZAFT, Asociación Zaragozana de Amigos del Ferrocarril y Tranvías, son cualidades todas ellas que lo hacen excepcional en el contexto europeo.
PASADO MINERO
Utrillas tiene un pasado muy ligado a la minería y al patrimonio industrial. La importancia del subsuelo en su historia es patente desde época Romana con el aprovechamiento del lignito.
Esta relación del territorio con la extracción de minerales data de hace más de 2.000 años. Los primeros movimientos importantes del subsuelo fueron en el siglo XI, con la búsqueda de la principal riqueza del municipio: el azabache, muy codiciado en aquella época.
A partir del año 1700, la explotación del lignito -el mejor de España, en calorías, muy cerca de la antracita y hulla- se comienza a realizar a gran escala. Aunque no será hasta las décadas 50 y 60 del siglo XIX cuando la cuenca de Utrillas empieza a ser explorada con intereses industriales, encontrándose con el problema del aislamiento geográfico con respecto a las grandes líneas de ferrocarril.
En 1900 se funda en Zaragoza una de las principales empresas dedicadas a la explotación del carbón a gran escala: Minas y Ferrocarril de Utrillas (M.F.U.), con un capital aragonés de doce millones de pesetas. Esta Sociedad tenía como objetivo principal el aprovechamiento industrial de los carbones de forma técnica y mecanizada de la zona de Utrillas, Montalbán y Escucha y su salida al mercado nacional a través de Zaragoza. Para esta salida y transporte M.F.U. inaugura en 1904 una línea de vía métrica Utrillas-Zaragoza con un recorrido de 125,376 Km y 11 estaciones. El ferrocarril supuso riqueza y una gran mejora al no existir otras vías de comunicación.
También se construyó una primordial línea minera (de ancho de vía inferior, de 600 mm) de 8 km, este pequeño tren unía las distintas explotaciones mineras en torno a Utrillas para transportar el carbón hasta transbordarlo al Ferrocarril de vía métrica que llevaba a Zaragoza.
Acción ordinaria de 1902 (Fot. Archivo M.F.U.)
Este Tren Minero contó con nueve locomotoras de vapor y varias locomotoras diesel. Inaugurado también en 1904, permaneció en servicio junto con el ferrocarril hasta 1966, sustituyéndose ambos servicios por el transporte en camiones.
El paso de una gran empresa como M.F.U. por una población pequeña y modesta de principios de siglo XX transformó por completo su panorama urbanístico y social. No solo sirvió para hacer crecer económica y demográficamente a Utrillas, sino que también la dotó de instalaciones y servicios que supusieron el aumento del nivel de vida de la población: se construyeron escuelas para la población y los hijos de los mineros (actualmente musealizadas), un hospital para atender enfermos y accidentados (actual Museo de la Ciencia y la Arqueología Minera), un convento, viviendas para el personal, infraestructuras, nuevos barrios y algo primordial: la línea de ferrocarril Utrillas-Zaragoza.
Desde 1912 aumentó considerablemente la producción. Las instalaciones se modernizaron y fueron pasando a depender de otras empresas (1941-1950), mecanizándose a escala europea, llegando a ser una de las de mejor rendimiento de España.
La demanda de carbón aumentó con la apertura de centrales térmicas en la provincia (Escucha, Aliaga, Escatrón y Andorra). Pero con el paso de los años y el aumento de gas y electricidad, los gastos de transbordo, la competencia terrestre y las importaciones provocaron un descenso del consumo de carbón. En 1955 se aprobó la propuesta de la Central Térmica de Endesa en Escucha que anuló en su totalidad el funcionamiento del ferrocarril para los fines que fue creado. En 1963 el ferrocarril pasó a ser explotado por el Estado, que lo clausuró en 1966.
La mayoría de los habitantes de Utrillas se han dedicado a la extracción de lignito con minas de interior en sus comienzos y de exterior, a cielo abierto, a partir del año 1978 hasta 1992 con el cierre de la última mina de interior, el Pozo Pilar. Desde entonces ha habido una reconversión industrial, creando tres polígonos industriales: “Los Llanos”, “Santa Bárbara” y “Las Barriadas” con industrias dedicadas a los sectores de la metalurgia (Casting Ros), la alimentación (Espuña), la construcción (Hernández) o los fertilizantes agrícolas (Térvalis).